Escrito por: Ana Pau, participante del programa Voces Activistas – Lima
Es un poco difícil abarcar este tema, al menos para mí, que además de mujer soy migrante y adolescente. En el Perú, los hombres en particular tienen muy arraigado el machismo, siento que lo han normalizado, lo han hecho parte de su cotidianidad y es por ello que me es difícil comunicarles lo que siento.
¿Cómo ejemplificar que lo único que pido es ir por las calles en paz? ¿Cómo decirles que deseo que mi mamá llegue tranquila a su destino sin tener que pasar el susto de correr porque un carro la venía persiguiendo en el camino? ¿Cómo decirles que quisiera que mi hermana pueda jugar en el patio sin tener en mente que si se queda sola podrían raptarla?
Hace poco una compañera activista hizo una reflexión sobre la importancia de “desaprender y deconstruir” y pienso que esa es la clave: desaprender. Desaprender que debo ocuparme de todas las labores, aun cuando hay personas en casa que puedan ayudarme, porque yo soy la “mujercita de la casa”. Creo que debemos empezar desde ahí, partir desde algo cotidiano, desde estereotipos que nos limitan y que nos hacen pensar; por ejemplo, que las mujeres no pueden ser jefas o cabeza de familia.
No me límites, no me golpees con tu rechazo, con tu desprecio o con tus cargas
porque yo también tengo una lucha interna, porque yo también siento.
Perú, soy un ser humano antes que una mujer y me duele saber que creen que por serlo valgo menos, que puedo menos o que me limita. Yo puedo, ellas pueden, mi mamá, mi tía, mis primas, mi hermana, mis amigas y las chicas que me encuentro en el autobús, en la calle o en la propia escuela, pueden. No me límites, no me golpees con tu rechazo, con tu desprecio o con tus cargas porque yo también tengo una lucha interna, porque yo también siento.
Perú, entiéndeme. Entiéndelas, quiérelas, respétalas. Todas valemos.
Por eso, compañera, olvida lo que aprendiste, olvida que te dijeron que si tenía falda era una cualquiera, olvida si te dijeron que no valías si tenía amigos hombres o si nuestro valor se determinaba por una virginidad inexistente.
En el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, tengamos como compromiso DESAPRENDER y habremos hecho un avance importante para crecer como sociedad.
Este texto se formuló y elaboró en el marco del programa Voces Activistas, iniciativa desarrollada por Quinta Ola y la Organización Internacional para las Migraciones – OIM Perú, gracias al apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Gobierno de Estados Unidos, del Fondo Canadiense para Iniciativas Locales (FCIL) de la Embajada de Canadá y de la Agencia de la ONU para los Refugiados-ACNUR.