¡El orgullo LGBTIQ+ será antirracista o no será!

Colectiva Adolescente Antirracista LUCERA

Los derechos de las personas de la comunidad LGBTIQ+ se han vulnerado por décadas y se han puesto a discusión como si de un debate se tratara. Lo que nos remonta a la época colonial, cuando la homofobia y la transfobia se utilizaron como sistemas de opresión bajo argumentos religiosos y culturales. Sumado a la discriminación y sistema de castas que se implementó en la época. 

Hoy, 28 de junio, se recuerda la protesta de Stonewall (1969) en Estados Unidos, liderada por Sylvia Rivera, mujer trans, y Marsha P. Jonhson, mujer trans negra, que marcó el inicio de la revelación y defensa de los derechos de las personas LGBTIQ+.

En Perú, se han dado pequeños avances desde 1978, desde que un grupo de personas de la comunidad LGBTIQ+ entregaron un memorial al Presidente de la Comisión Especial de Derechos Humanos de la Asamblea Constituyente para que leyeran sus reclamos. Hasta el presente año 2021, en el que se realizó la décimo novena Marcha del Orgullo a nivel nacional. 

De igual manera, en junio se conmemora el Mes de la Cultura Afroperuana en homenaje al decimista Nicomedes Santa Cruz y con el objetivo de visibilizar la historia afroperuana, al igual que la valoración de aportes y cultura.

Este mes, se conmemoran y celebran dos luchas que pueden parecer que no se complementan, pero que en realidad tienen una historia y lucha que las relaciona. 

Debemos entender que la orientación sexual y el género convergen con otras identidades, como la identidad étnico-racial y condición socio-económica. La violencia que las dos comunidades reciben son diferentes, sin embargo, ambas han sido históricamente oprimidas y violentadas. Por ejemplo: Las personas afrodescendientes que son parte de la comunidad LGBTIQ+, atraviesan tanto opresión por su identidad étnico-racial como por su género u orientación sexual.

Las luchas deben ser interseccionales y nacer de una verdadera empatía. Ser activista significa reconocer todas las desigualdades y no solo las que nos atraviesan individualmente. 

Este mes además de llenar de colores las calles, también debemos alzar la voz para defender nuestros derechos y denunciar injusticias. No queremos que marcas o compañías se pinten de arcoíris mientras que la precarización de mujeres trans y diversidades continúa, o promuevan mensajes racistas o de odio.

En pleno 2021, no existe buena representación en las marcas y en los medios de comunicación sobre minorías y comunidades poco visibilizadas, y la mayoría que existe está llena de estereotipos y prejuicios que contribuyen con la discriminación. 

Muchas veces las mismas marcas que este mes se autodenominan inclusivas con publicidad o un cambio de logo, no cambian sus políticas de trabajo para incluir trabajadores parte de las comunidades que dicen representar y que viven discriminación sistemática a diario. Ven este mes únicamente como una celebración que pueden usar para generar más ganancias y lucrar sin ver realmente las problemáticas estructurales que enfrentamos. 

¿Por qué pedimos tanto la representación diversa y sin estereotipos? ¿Por qué es tan importante? 

La representación diversa y sin estereotipos en las marcas y medios es necesaria para todxs, tenemos que dar visibilidad a todas las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ y población afroperuana, especialmente a aquellas que pertenecen a ambas comunidades para poder romper el estereotipo de que en medios de comunicación sólo aparecen personas LGBTIQ+ blancas o personas afrodescendientes cisgénero y heteronormadas. 

Es importante mantener la lucha, el orgullo y la celebración en todo momento, para visibilizar la lucha de las personas afroperuanas y de la comunidad LGBTIQ+. Ambas comunidades venimos luchando a través de los años marchando por un Estado que pueda proporcionar seguridad y sentirnos libres sin ser juzgadxs por un país machista, racista y homofóbico. Es un buen momento para reflexionar sobre nuestro accionar en la sociedad y sobre aquellxs que ignoran las problemáticas que vivimos diariamente. 

Es fundamental difundir nuestro apoyo hacia ambos grupos para demostrar una vez más que no están solxs contra una sociedad que no acepta lo diferente, sino para reconocer quiénes realmente ayudan a hacer un cambio en la sociedad y quienes solo quieren perpetuar estereotipos y comercializar con nuestros derechos. 

Tomemos en cuenta que la discriminación hacia ambas comunidades no solo debe recordarse cada cierto mes, sino tomar acción los 365 días del año. 

Junio nos invita a reflexionar sobre nuestro racismo y lgbtiq+fobia interiorizada, primero debemos iniciar un cambio desde nosotrxs mismxs para así cuestionar nuestro entorno y ejercer un cambio positivo en este.

Iniciemos este cambio apoyando a las marcas independientes LGBTIQ+ y afrodescendientes, de esa manera estaremos colaborando directamente con ellxs y no con marcas que se aprovechan de la lucha de miles de personas para su beneficio personal. También sigamos visibilizando el trabajo de activistas que forman parte de estas luchas, tales como: Javiera Arnillas, Gahela Cari, Pamela Barrera, entre otrxs activistxs.

Intentar separar ambas luchas, comentando que el antirracismo y la comunidad LGBTIQ+ no van de la mano, solo llevará a más enfrentamientos y dificultades para lograr un bien común. 

¡El orgullo LGBTIQ+ será antirracista o no será!